Una barca en el atardecer
de una fotografía sepia,
inicio de vuestra travesía.
Tiempos difíciles para el carbón,
la harina, que exigen las semanas.
El blanco imaginado de un vestido
de boda sobre la cartulina gris,
sótanos evocados, de la posguerra.
Cuántos sabañones calmados
al baño maría de unos besos,
un cine de barrio acerca
el vaho de las respiraciones.
El tren lento de las distancias,
las cartas, los proyectos,
hormigas obreras en el alma.
Mapas doblados por el río
del tiempo, como el mantel
de las celebraciones, los nombres
de familia escritos pulcramente
en las cuadrículas de un cuaderno.
Hoy vencidos por un guante de nieve
en el laberinto difícil del invierno.
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